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Lunes, 24 de diciembre de 2018

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2 Samuel 7:1-5, 8-12, 14, 16
Salmos 89:2-5, 27, 29
Lucas 1:67-79

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"Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente" (Lucas 1:67).

Zacarías no había podido hablar durante nueve meses. Él se arrepintió, obedeció a Dios, y "recuperó el habla", al quedar "lleno del Espíritu Santo".

La Iglesia está llena de gente como Zacarías. Estas personas han orado durante años y son buenas personas, pero en cierto modo están espiritualmente sordas, mudas, ciegas o paralizadas. A pesar de que pueden ser muy activos en sus iglesias y hacer mucho bien, algo los está reteniendo de una vida plena en el Espíritu Santo.

En estas Vísperas de Navidad, el Señor está dando la gracia de "salir de su estupor". El Señor está rompiendo cadenas ahora mismo. Él está chasqueando los dedos, y la gente está despertando espiritualmente, enfrentando la realidad, arrepintiéndose y entregando sus vidas a Él. Se están abriendo corazones y mentes para amar a Jesús, y se están desatando lenguas (Lc 1:64) para dar testimonio de Jesús. El Señor nos está dando libertad inmediata para ser "libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida" (Lc 1:74-75). Antes de la Navidad, "sale de tu estupor".

Oración:  Padre, que cuando castañees Tus dedos, pueda despertar a Tu amor.

Promesa:  "Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti" (2 Sm 7:9).

Alabanza:  "Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a Su Pueblo" (Lc 1:68).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018

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