no mucho, sino todo
Jesús "tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse" (Mateo 15:36-37).
Debido a que Jesús es el mismo hoy que ayer (Heb 13:8), esta temporada de Navidad será una experiencia culminante. "El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos" un gran banquete (Is 25:6). El resultado de esta temporada navideña será de "gran asombro" al contemplar "que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista" (Mt 15:31). "El Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y borrará sobre toda la tierra el oprobio de su pueblo" (Is 25:8).
Durante este Adviento debemos decidir darle nuestro "todo" al Señor. Lo debemos amar con todo nuestro corazón (Mt 22:37) y por toda nuestra vida, hasta la eternidad. Aún si no tenemos mucho que ofrecer tenemos todo para ofrecer y el Señor no quiere nuestro mucho sino nuestro todo. El señor Jesús tomará nuestros pequeños actos de amor en este Adviento y los multiplicará para alimentar a las multitudes durante esta época de Navidad, en el nuevo año y en el futuro.
Comenzando en este Adviento déle su "todo" a Jesús. Usted se sorprenderá de lo que Él hará con ello en esta Navidad, puesto que Él hace mucho de nuestro pequeño todo.
Oración: Padre, gracias por aceptar mi pequeño "todo".
Promesa: "Él arrancará sobre esta montaña el velo que cubre a todos los pueblos, el paño tendido sobre todas las naciones. Destruirá la Muerte para siempre" (Is 25:7-8).
Alabanza: Jorge adoptó como suyo el lema del Papa san Juan Pablo II, "Totus Tuus" lo que significa "Totalmente tuyo, Madre Bendita".
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018
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