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Sábado, 23 de marzo de 2013

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san Toribio de Mogrovejo


Ezequiel 37:21-28
Jeremías 28-13
Juan 11:45-56

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Reflexiones Similares

se amontonan nubes de tormenta

"A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús" (Juan 11:53).

El libro de los signos, que forma la primera mitad del Evangelio de Juan, llega a una conclusión: Jesús había realizado su séptimo y último signo resucitando a Lázaro de entre los muertos. Y por dar vida a Lázaro, Jesús lo pagará con su propia vida. Jesús morirá en lugar del pueblo, para que la gente no muera (Jn 11:50). Jesús dará su vida " para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos " (Jn 11:52).

"A pesar de los muchos signos que hizo en su presencia, ellos no creyeron en él" (Jn 12:37). Los corazones de la humanidad pecadora son demasiado difíciles de convertir sólo con milagros (Lc 16:31). Ahora Jesús hará la transición desde su ministerio de signos y prodigios a su ministerio de sufrimiento redentor. Su sufrimiento amoroso reducirá a hombres y mujeres al silencio (Es 52:15) y traspasará los corazones más duros, llevándolos al arrepentimiento.

Las nubes de la tormenta se acumulan, y las tropas del maligno se reúnen para la batalla. Es una guerra por las almas. Durante esta semana Santa, pasa un rato cada día, rezando ante un crucifijo por tu propia conversión profunda, así como por la conversión de aquellos que no creen. Que tu intercesión esta semana al pie de la Cruz "prepare el camino del Señor" (Is 40:3) para que se extienda una epidemia de arrepentimiento y conversión que dure toda la Semana Santa.

Oración:  Padre, que vengan miles de personas que no creen en Jesús a recibir Su amor salvífico esta semana.

Promesa:  "… yo cambiaré su duelo en alegría, los alegraré y los consolaré de su aflicción" (Jer 31:13).

Alabanza:  San Toribio, Arzobispo de Lima, trató de corregir injusticias en el Perú. Le dijeron que esas injusticias eran la costumbre y la ley de la tierra. Toribio respondido: "Cristo se llamó Verdad, no Costumbre." San Toribio, intercede para librarnos de nuestra "costumbre" del aborto.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 27 de septiembre de 2012

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