rompe la marca mundial
"No amen al mundo ni las cosas mundanas" (1 Juan 2:15).
"Si alguien ama al mundo el amor del Padre no está en él" (1 Jn 2:15). Si estamos enfrascados en las cosas del mundo nos hacemos enemigos de la cruz (Fil 3:18-19). "Porque el que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios" (Stg 4:4). Por lo tanto, es una cuestión de vida eterna o muerte que no le tengamos amor al mundo y que estemos crucificados al mundo y el mundo este crucificado para nosotros. (Gal 6:14).
¿Qué quiere decir nuestro Señor con el "mundo"? "concupiscencia de la carne, codicia de los ojos y ostentación de riqueza. Todo esto no viene del Padre, sino del mundo" (1 Jn 2:16). Otra traducción dice: "Los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida no proviene del Padre sino del mundo" (1 Jn 2:16).
¿"Quién es el que vence al mundo"? (1 Jn 5:5)
- "el que cree que Jesús es el hijo de Dios" (1 Jn 5:5),
- el que recibe el Espíritu Santo, quien probará al mundo donde está el pecado, donde está la justicia y cuál es el juicio (Jn 16:8), y
- el que esté al pie de la cruz donde el Espíritu nos crucifica para el mundo (ver Gal 6:14).
"El mundo pasa y con él su concupiscencia. En cambio, el que cumple la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Jn 2:17).
Oración: Padre, conviérteme en luz para el mundo de obscuridad (Mt 5:14).
Promesa: "Ella no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y de día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos" (Lc 2:37-38).
Alabanza: Margaret a obscuras y en silencio ora frente al Santísimo Sacramento procurando así la gracia de Dios para mejorar al mundo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de agosto de 2014
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