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Jueves, 29 de enero de 2015

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Hebreos 10:19-25
Salmos 24:1-6
Marcos 4:21-25

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¿presente o ausente?

"No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto vemos acercarse el día" (Hebreos 10:25).

Cuando nos reunimos en el nombre de Jesús, Él está con nosotros de una manera muy especial como nos lo ha prometido (Mt 18:20). En la presencia especial de Jesús estamos más profundamente unidos a Él y los unos con los otros. Es en esta más profunda unión que adquirimos más conocimiento de la voluntad de Dios y disposición de cumplirla. Por lo tanto, cuando oramos juntos expresamos mejor la voluntad de Dios y nuestras oraciones son contestadas (Mt 18:19). Con este gran poder de la oración somos animados e incitados a amar y a hacer buenas obras (Heb 10:24-25). En Su presencia, unidad, voluntad, intercesión y poder, nosotros estamos reunidos como los discípulos de Jesús permanecían congregados en la sala del piso de arriba antes del primer día de Pentecostés cristiano (ver Hch 1:14).

Cundo los miembros del cuerpo de Jesús se resistan repetidamente a la tentación de ausentarse de la asamblea, veremos un nuevo Pentecostés y la venida final de Cristo acelerarse (2 Pe 3:12), y estarán preparados para el fin del mundo y Su regreso (ver Heb 10:25). Cuando los cónyuges se reúnan para orar, cuando la familia se reúna para escuchar la Palabra de Dios, cuando las comunidades Cristianas cubran la tierra, cuando las Iglesias estén llenas para la Misa diaria, cuando abunden los grupos de oración, entonces veremos la Gloria de Dios. Por lo tanto, encárgate de hacer cualquier sacrificio necesario para no faltar a la asamblea.

Oración:  Padre, que mis acciones nunca den indicio de que no necesito de otros miembros del cuerpo de Cristo (ver 1 Co 12:21).

Promesa:  "La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía" (Mc 4:24).

Alabanza:  Tony no tenía dinero para pagar sus cuentas cuando perdió su empleo. Decidido a no caer en pánico, tuvo fe de que Dios proveería. El día en que se le vencía el plazo del pago, lo visitaron tres individuos por separado para saldar viejas deudas que tenían con él, todo lo cual sumo la deuda que tenía que cubrir.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de agosto de 2014

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