< <  

Martes, 30 de enero de 2018

  > >
2 Samuel 18:9-10,14, 24-25, 30,19:3
Salmos 86:1-6
Marcos 5:21-43

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

la cultura de la muerte

"¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ah, si hubiera muerto yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío!" (2 Samuel 19:1).

Natán, el profeta, había revelado a David que el pecado de David de adulterio daría lugar a muchas muertes (ver 2 Sm 12:10). El niño concebido por medio del adulterio de David murió (2 Sm 12:18). Amón siguió los pasos de David, su padre, al cometer el pecado sexual de violar a su hermana Tamar (2 Sm 13:14). Absalón, hermano de Tamar, tomó venganza y asesinó a Amón (2 Sm 13:28-29). Años después, Absalón alzó una guerra civil contra su padre. En la batalla final de la guerra, "el desastre fue tan grande, que hubo veinte mil bajas" (2 Sm 18:7), incluyendo a Absalón. Cuando David se enteró de la muerte de Absalón, "se estremeció, subió a la habitación que estaba arriba de la Puerta y se puso a llorar. Y mientras iba subiendo, decía: "¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ah, si hubiera muerto yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío!" (2 Sm 19:1)

"El salario del pecado es la muerte" (Rom 6:23) — mientras más pecado, más muerte, todavía más pecado y miles de muertes durante generaciones. ¡Resiste la tentación! ¡No peques!

Oración:  Padre, resucítanos de la muerte del pecado.

Promesa:  "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad" (Mc 5:34).

Alabanza:  Jesús curó a Teresa de su cáncer.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.