< <  

Martes, 29 de enero de 2019

  > >
Hebreos 10:1-10
Salmos 40:2, 4, 7-8, 10-11
Marcos 3:31-35

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

vida amorosa

"El que hace la voluntad de Dios ese es Mi hermano, Mi hermana y Mi madre" (Marcos 3:35).

Dios es Amor (1 Jn 4:8, 16). Él nos hizo a Su imagen, a imagen del Amor (Gn 1:27). Por lo tanto, estamos hechos para el amor y estamos buscando el amor intrínsecamente. Es por eso que andamos felices si sabemos que somos amados, pero andamos desconsolados y deprimidos si creemos que no lo somos.

Debido a Su amor por nosotros, el Señor quiere que vivamos en Su amor y en Él (1 Jn 4:16). Por eso, se hizo hombre, murió en la cruz por amor a nosotros y resucitó de los muertos por amor a nosotros. Así, Él nos ha dado una intimidad con Él que está más allá de las palabras y de ideas humanas. Dios Padre incluso nos ha adoptado como hijos e hijas. Si hacemos Su voluntad, nos convertimos en madre, hermano o hermana de Jesús (Mc 3:35). Jesús nos ama tanto que nos da Su Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión. Él regresará para llevarnos a estar con Él en el amor eterno del cielo.

El Señor no puede amarnos más de lo que ya lo hace. Su amor por nosotros es infinito, perfecto, incondicional, crucificado y eterno. El propósito de nuestra vida es entrar y vivir en el amor de Dios y "así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo" (Ef 3:18-19).

Vive en ese amor (Jn 15:9-10). Sé tú mismo. Sé feliz. Vive en Dios para siempre.

Oración:  Padre, envía al Espíritu Santo para que produzca en mí el fruto del amor (Gál 5:22).

Promesa:  "Yo vengo…para hacer, Dios, Tu voluntad" (Heb 10:7).

Alabanza:  El padre de Susan la golpeó varias veces cuando era adolescente. Estuvieron alejados por dos décadas hasta que Susan viajó mil millas para perdonarlo y reconciliarse.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.